Reciclaje de bombillas: Protegiendo el medio ambiente y recuperando recursos

• Las bombillas no deben tirarse en la basura sin más, ya que son elementos reciclables y muchos de sus componentes se pueden reutilizar.

• Las bombillas de todo tipo podrían desecharse en los puntos limpios o si no hay más remedio en los contenedores grises, pero el grave problema es que muchas de ellas contienen elementos tóxicos.

• Reciclar una bombilla significa asegurarse de que no sea parte de la basura común, cuyo destino definitivo es un vertedero, evitando que se sume a la enorme cantidad de elementos de la más diversa índole que contaminan y degradan el Medio Ambiente.

• Las bombillas incandescentes y halógenas tienen un nivel muy bajo de eficiencia energética y se deben depositar en los puntos limpios.

• Las bombillas CFL y los tubos fluorescentes contienen compuestos peligrosos y deben ser manipulados con mucho cuidado y se deben depositar en los puntos limpios.

• Las bombillas LED no pueden tirarse a la basura, puesto que pueden romperse y lastimar a alguien y tienen compuestos peligrosos, y se deben depositar en los puntos limpios o en los contenedores de residuos adecuados.

• Para facilitar la tarea de reciclar bombillas, existe una asociación sin ánimo de lucro llamada AMBILAMP que establece otros puntos de recogida de bombillas usadas, situados en comercios, ferreterias, supermercados, tiendas de iluminación,…

¿Por qué debemos reciclar las bombillas?

Las bombillas de todo tipo contienen elementos tóxicos que pueden ser potencialmente peligrosos para quienes manipulan la basura. Al reciclarlas, evitamos accidentes, contribuimos a la recuperación de sus partes y no contaminamos el medio ambiente.

Si bien encontrar el sitio idóneo para reciclar los diferentes tipos de bombillas puede ser un desafío, es importante buscar contenedores adecuados para depositarlas en el que corresponda.

Reciclando bombillas incandescentes y halógenas

Las bombillas incandescentes y halógenas, aunque eficientes en cuanto a energía, tienen componentes que requieren un procesamiento adecuado para su reciclaje.

Se trituran para separar sus partes empleando sistemas como la diferencia de gravedad o la electroestática.

Se obtienen cuatro tipos de componentes: tungsteno o molibdeno, metales ferrosos y no ferrosos, y vidrio.

En caso de contener altas concentraciones de Mercurio, se someten a un proceso de destilado para recuperarlo.

Reciclado de bombillas CFL y fluorescentes

Las bombillas CFL y los tubos fluorescentes contienen compuestos peligrosos y deben manipularse con cuidado.

Se recomienda cortar la electricidad antes de retirarlos y envolverlos en periódicos para llevarlos al punto de reciclaje.

En caso de rotura, mantener la calma, no aspirar los gases, desconectar aparatos térmicos y evacuar el ambiente a personas y mascotas.

Para reciclarlos, se pasan por una cinta transportadora que los lleva al punto de corte de los cabezales, luego se aspiran los polvos fluorescentes y finalmente se separan vidrio, metales y plásticos.

Desecho seguro de bombillas LED

Las bombillas LED, aunque eficientes, tienen componentes peligrosos y deben desecharse adecuadamente.

Se introducen en una máquina que las coge por el casquillo y rompe el cristal por presión.

Tras varios pasos intermedios, se obtienen importantes cantidades de metales y vidrios que pueden reutilizarse como materias primas.

¿Dónde desechar las bombillas?

Las bombillas no deben tirarse a la basura, sino depositarse en el punto limpio o ecoparque más cercano.

También existen puntos de recogida de bombillas usadas en comercios, ferreterías, supermercados y tiendas de iluminación.

Reciclar bombillas es esencial para proteger el medio ambiente y recuperar recursos valiosos.

Al hacerlo, evitamos la contaminación, contribuimos a la recuperación de materiales y promovemos la sostenibilidad medioambiental.

¡Sea parte de la solución, recicle sus bombillas y juntos marquemos la diferencia!